EL EXTRAÑO CASO DEL AUTO-VELORIO


Se ruega no enviar flores...














Si alguien pregunta por mí,
desparramad en el pueblo
que en augusta soledad,
transito un solemne duelo,

velando en mi propia casa
y en respetuoso silencio,
a ¨la que no quiero ser¨
y ¨fui hasta hoy.¨ He dispuesto

en la amplia mesa del living,
sobre mis libros, un féretro
con negra funda de humo
y seda oscura por dentro.

 
En su interior ya descansan:
Mis más deplorables versos,
un tropel de irrealidades
y un sinfín de desaciertos.

 
Los fuegos artificiales
que probé en mi propio cielo
y cuyas chispas quemantes
justo en mis ojos cayeron.

Un viejo frasco oxidado
con unos… dos mil ¨Te Quiero¨
que tiene la tapa rota
y cien gusanos adentro.

Yacen también, las mentiras
que dije en frente mi espejo
y la frígida muñeca
de mi eternal descontento.
 
Un amasijo confuso
de cobardía y lamentos,
que llevé como estandarte
desde el principio del Tiempo.

Los amores que no tuve,
(porque no pude tenerlos)
y que he usado como excusa,
blasón, armadura y yelmo…





¡Nunca he visto un ataúd
con espacio más inmenso,
donde pudieran caber
igual número de muertos...!


 
(Me fui de tema, perdón,
a veces, tanto me extiendo,
que del quid de la cuestión
sin darme cuenta, me alejo).


 
Volviendo al velorio, sigo
informando a tal respecto,
que desconozco la fecha
exacta para el sepelio.

 
Se ruega no enviar flores
de ningún tipo, les tengo
alergia y el estornudo,
me haría llorar… ¡ no quiero !

 
Así que... me tomo el margen
que considere- de tiempo-
para velar ¨a quien fui¨,
por asistirme el derecho.


 
Y mientras tanto, Epitafio
acorde, voy escribiendo:

 
¨EL QUE NO CAMBIA SE QUEDA
ATADO A SU PROPIO ENREDO,

PUDRIÉNDOSE LENTAMENTE,
IGUAL QUE AQUÉL QUE ESTÁ MUERTO, 

CON EL HONOR DE ASISTIR
 

SIN GLORIA, A SU PROPIO ENTIERRO.

 



AQUÍ YACE LA QUE FUI,
Y NO QUISO SEGUIR SIENDO,


¡ TENIENDOSÉ QUE MORIR! 
PARA CONTINUAR VIVIENDO...¨

























Si alguien pregunta por mí,
desparramadlo en el pueblo...
















¨ En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨ (J.L.B.)

¨  En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨   (J.L.B.)
Silvina Grimaldi Bonin (ARG)

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