LA VERDADERA VERSIÓN DE LA RIMA XI de Gustavo Adolfo Bécquer


















—¨Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?¨
 
—Me sorprendiste.  Sí, ¡cómo no!



—¨Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternuras guardo un tesoro.

¿A mí me llamas?¨
 
—Esteeee… dale… sí .





-Yo soy mulata, mis piernas queman,
sales del mar bañaron mi piel,
igual de tórrida que las arenas.
Si te interesa…

- Ehhhh… acepto... está bien…



- Soy pelirroja, ojos de gata,
sangre de fuego, como un volcán,
mis dedos arden, mi lengua mata.
Si estás dispuesto…

-Y ya que estoy , bueno… bah…



- Yo tengo quince, soy juguetona,
una muñeca de seda y miel,
puedo incendiarte hasta las neuronas.
No seas malito…

- De acuerdo… bue…



- Cumplí cuarenta, rajo la tierra,
tengo más calle que la ciudad,
todo el pecado mi cuerpo encierra.
Sin compromiso…

- Sí, sí... ya está.



-No tengo mácula, tan sólo dudas,
y muchas ganas de conocer
todo el misterio de tu dulzura.
Sos el primero…

- Vení, qué le vamo´ hacer....












—¨Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.¨


-Mejor, querida...
¡hoy estuve a full !




















PECADO DE INOCENCIA

















Dispuse una pira con versos viejos,
el fuego purifica los errores,
el Diablo me mandó -esta tarde- flores,
Virgilio se me ríe desde lejos...



No habría que escribir más que en el viento,
no habría que firmar más que en el agua,
feliz de aquél que supo que en la fragua
del aire se moldean los cimientos.



Feliz de aquél que vio antes que los otros
que nada se eterniza, que los días
se llevan amarguras y alegrías
y también versos. Pobres de nosotros



que en un papel fugaz hemos querido
-en vano-  perpetuar lo que hemos sido.


















DESPIDO









Sra. 
MUSA:


Por medio de la presente le notifico su despido a partir del día de la fecha,  sin haberes a su disposición, en virtud de que los mismos le fueron abonados en especie y con anterioridad.  Salúdole Atte.












UNA CARTA PARA MANUEL







¨ De purísima y oro, Manolete... ¨ 









Tenías razón en todo.



Mil años han pasado de aquel tiempo.


Sin embargo,
las olas del Atlántico no fueron
tan altas ni tan fuertes ni tan crueles.

Y aún así, tenías razón en todo.





No me salva el amor por mi Quevedo
ni la ciega lealtad por tu Huidobro.

Y de nada me sirven los romances.
Se quedaron sin vida. Sin sus besos
son pobres octosílabos vacíos.

Y, sabemos, que todo ya se ha escrito
sobre espejos, espadas, laberintos.






Tenías razón en todo.



Abjuro de mi antigua obcecación.

No debieron volar hacia el papel
tan jóvenes, poemas sin las alas.
Se fueron desgajando sin ser rosas,
dejaron en el barro los jirones.




Las espinas se cayeron -lo dijiste-
Él no volvió a buscarme. Yo acepté.




La piedra no será jamás diamante.
La perla que arrojé no volvió nunca.
Las huellas en el viento se borraron.







Me queda en estas horas de diciembre
el hilo cenital de un pensamiento:




Que Dios tenga piedad de mi recuerdo,

allá, donde tu mar se vuelve arena.












VERSOS DEL DÍA DESPUÉS



















I

Sobre los pobres despojos,
la paz le sigue a la guerra,
como le sigue la calma
a la furiosa tormenta.


El sueño sereno y dulce
le sigue a la ardua tarea,
como le siguen los mates
a la pausa de la siesta.


La noche le sigue entonces
a la esmerada faena
con su vestido de sombras
y una caricia en ofrenda.






II

¿Qué seguirá? (me pregunto…)
a un arsenal de promesas,
a un juramento de sangre,
a una legión de poemas


que fueron ríos azules
habitados por sirenas,
muertas en medio del mar
sin historial ni leyenda,


como paladas de azúcar
esparcidas en la niebla
sobre las olas amargas
y las oscuras arenas.






III


¿Qué seguirá? Me pregunto
en estas horas desiertas,
casi firmando un dictamen,
casi temiendo respuesta.



¿Un vendaval de silencios?
¿Un cobertor de hojas secas?
¿Un cofre inmenso y vacío
al que robaron sus perlas?











¿ Qué le sucede al amor
cuando se caen las vendas,
cuando se inunda la proa,
cuando se cortan las cuerdas ?



¿ Qué le sucede al amor
cuando el olvido lo arrecia,
cuando se queda sin aire,
cuando se cierran las puertas ?



¿ Sobre qué altares en ruinas
habrá de erguir su protesta,
para que el cielo lo escuche,
para que un dios se conmueva?



¿En qué trasunto de Fénix
pincelará su quimera
para volver a la vida
sepultado entre las piedras…?














Qué seguirá?

me pregunto,


a un arsenal de promesas,
a un juramento de sangre,
a una legión de poemas…

















¿Un vendaval de silencios?

















¿Un cobertor de hojas secas?


















Un cofre inmenso y vacío
al que robaron sus perlas


debajo de un cielo raso
que se quedó sin estrellas…




















CURRICULUM VITAE













I

A nadie maté de amor,
a nadie maté de ausencia,
a nadie de indiferencia
y a ninguno por error.



Y tengo (por cómo soy)
tan limpísima conciencia,
que voy radiando inocencia
con cada paso que doy.



En fin, que por lo que sé,
a la Santa de los Versos…
estoy, sin ningún esfuerzo,
el puesto peleandolé.


 

Y es tan blanco mi legajo
que la nieve se sonroja
y el algodón se me enoja
con rotundo desparpajo.






II

Con las sábanas ardidas
que me traje de tu cama
(ya nadie me lo reclama…)
ando de hábito vestida.


Y por propia decisión:
matronas, casamenteros,
divorciados y solteros
¡me piden la bendición!


¡ Si angelitos con aureola
con un increíble arrojo,
pasan guiñándome el ojo,
como haciéndome la ola !



Y el infierno está tan lejos
que ya me tejí un sacón,
pa´abrigarme el corazón,
con unos hilitos viejos.





III


Ni hablar de emitir más quejas
porque, en medio de las balas,
se me enredaron las alas
con el filo de las rejas.



Y en resumen, ¡ soy tan buena !
que el Diablo, cuando me ve,
sufre de ataques de fe
y lo conmueven mis penas.






¿Y el colmo? ni sabe Dios
por qué – sumando desdichas
a las cosas antedichas-

¡ me fui a enamorar de vos !!!!!!!!



































A nadie maté de amor,

a nadie maté de ausencia,

a nadie de indiferencia

y a ninguno por error...







 









¿Y el colmo? (lo sabe Dios)
¡ me fui a enamorar de vos !!!!!!!!






















 


CHE, ESOPO TENÍA RAZÓN...



















I

Esta humilde servidora,
no sé si el lector sabía,
(perdón por la altanería)
fue siempre una ganadora.

Destacada triunfadora
en disputadas carreras
llegaba a todo primera
desparramando esplendor,
trepando al podio de honor
con la avidez de una fiera.

 

II

Cualquier rival se rendía
ante tal competidora,
imbatible aplanadora
de excepcional energía.

Quién se atrevía, perdía,
y sin dudar, replegaba,
¡ningún mortal me enfrentaba!
porque infundía temor
ese temple vencedor
que desprendía mi fama.

 


III

Pero un día, signos crueles
hicieron cambiar los vientos,
y sin tener argumentos
¡me dormí entre los laureles!

No le acertaba a los rieles
ante este nuevo adversario,
como si un hado sicario
trabara todo a la vez,
pisando mal y al revés
con un fracaso palmario.

 


IV

No sé si me habré... cebado,
y aunque mi paso apuraba,
ni un metro me le acercaba,
¡quelonio desvergonzado!

Displicente, relajado,
fresquito como lechuga
y veloz como una oruga,
como si yo fuera de aire,
¡me hizo el más grande desaire!
sin torcérsele una arruga.



 


V


Ay,
ay,
ay....



 


(Encima…no se fue solo
el tremendo fanfarrón,
a cualquier caparazón
encaraba… como Apolo…)

Ultraje, despecho, dolo,
no me alcanzan sustantivos
para contarles, amigos,
cuánto duele esta derrota,
que me tiene el alma rota
y todo el cuerpo vencido.



 


VI

No contento con pasarme,
ni siquiera me miró,
simplemente me ignoró
tuvo el tupé de ganarme,

y como el mal se conjuga
si intentás disimular…

 

oí a mi público aullar:


¡Se te escapó la tortuga!













































 
Se me escapó la tortuga...
























¡ EXCELENTE OPORTUNIDAD !










SE VENDE: alma astillada
con invisibles cristales,
un teclado sin vocales
y un par de manos gastadas.


De Rocinante un supino
remedo, viejo y cansado,
y un yelmo todo abollado
por tanto chocar Molinos.


SE VENDE: versos con rima
en papel amarillento
y toneladas de viento
con cien otoños encima.


Gustavo Adolfo se asusta
de tanto rosita chicle,
no hay línea que me recicle,
no me salvan los ¨ME GUSTA¨.



SE VENDE:  hojas caídas,
un portalágrimas roto,
y en sepia, una vieja foto
con rosas recién nacidas.



SE VENDE con el objeto
de vaciar tantos cajones
colmados de sinrazones
y trasnochados secretos.



SE VENDE con la esperanza
de comprar nueva ilusión
que suture un corazón
herido por una lanza.








SE VENDE: cartas de amor
que nunca hemos recibido
y una flecha de Cupido
disparada por error…


SE VENDE sin regatear.

Pero si nadie quisiera
pagar por estas quimeras,
las planeo regalar…



 

Mañana por la mañana,
van a estar sin excepción
en perfecta exhibición
enfrente de mi ventana.










 




Me guardé… lo sabe Dios,
tu Nombre (sublime resto),
y al menos que leas esto,
no habrás de saberlo vos. 


















































 
y al menos que leas esto
no habrás de saberlo vos...










 
















LOS DELIRIOS DEL POETA...

















Tratar de ser, aparentar, urdir la risa
como recurso que se agota gota a gota,
andar las piedras con las plantas todas rotas,
vivir hurgando en el acopio de cenizas.


Quemar con hielo el arco iris monocromo,
leer tu carta como un pan multiplicado,
saber muy bien que con milagros inventados
vamos paliando lo que pesa sobre el lomo.


Pensar la tinta como un mar de agua bendita,
buscar la musa entre la lista de ¨N.N.¨,
poner la excusa cuando nada la sostiene,
dejar la ropa y el pudor sobre la ermita.


 

Tejer los versos a pesar de la resaca
de tantas olas en continuo retroceso,
con la paciencia que te da pecar de exceso
(y que sentara un precedente allá en Itaca…)





 



Firmar al pie (sin mucha fe) y por supuesto,
volver a casa… a esperar que leas esto.





























LA NIMIEDAD




















Para la varia estadística del mundo
hubiera sido apenas una frase
adicionada a una infinita fase,
un dato más, pequeño y errabundo.


Un pormenor carente de valía,
una reseña chata, ni un detalle,
una noticia de menguado talle
que a los mortales poco importaría.


No habría cambiado el curso de los mares,
no habría frenado el ímpetu del viento
ni removido los hondos cimientos
de nuestra historia o la de nuestros pares. 
 
No hubiera sido de la antología
parte esencial ni huella en el papel,
ni imprescindible sobre un anaquel,
ni primordial en alguna poesía.


No hubiera sido herida narcisista,
ni cita célebre en un florilegio
y ni siquiera aspiración de arpegio
en un concierto;  ni lado, ni arista… 
















Y sin embargo (sólo sabe Dios…)
cuánto esperé un ¨te quiero¨ de tu voz.







































(sólo sabe Dios…)















¨ En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨ (J.L.B.)

¨  En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨   (J.L.B.)
Silvina Grimaldi Bonin (ARG)

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