PAYADA DEL ¨YUYO PARA OLVIDAR¨












I


En vano andaba una china
con cuitas del corazón,
empuñando la razón
pa´ restañar tanta inquina.

No encontraba medicina
que domeñara el sentir,
¡y pa´qué le vu´a decir!
que quiso parar el viento
amañando sentimientos
sin saber cómo seguir…


 
II

La cuestión es que la pobre
se dio cuenta tarde y mal
que ante el amor, no hay puñal
ni coraje (aunque le sobre),

ni paño para el salobre
y angustioso lagrimero,
que pueda enfriar el cuero
cuando acomete un volcán,
ni Dios, ni cura, ni San
Benito el más milagrero…



 
III

Entonces rancho pa´fuera
sembró el ¨yuyo del olvido¨,
conociendo que es sabido
que de olvidar no hay manera,

y que es pura palabrera
de ningún modo veraz,
porque sólo encuentra paz
el alma que se convence
que la razón nunca vence
si el que late, quiere más.


 
IV

La cuestión es que en lugar
de que creciera el sembrado,
no apareció en el costado
el ¨yuyo para olvidar¨.

-¡No me pude equivocar!

dijo la pobre chinita
que veía margaritas
asomando por doquier,

- Querer dejar de querer
-se dijo refunfuñando-
es el error más nefando
en el que pude caer…


 
V

No es fácil la aceptación,
pero es grande el beneficio,
el amor obra de oficio
sin previa autorización.

Y hay que darle al corazón
una espoleada de fe
(quiera o no quiéralo Usté)
y el timón de nuestra vida,

porque es trifulca perdida
andar discutiendolé.

















 










(quiera o no quiéralo Usté... )
















¨ En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨ (J.L.B.)

¨  En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨   (J.L.B.)
Silvina Grimaldi Bonin (ARG)

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