CARTA A MI PADRE
















No los viste nacer, no los tocaste.
Su llanto y su sonrisa no te fueron
concedidos, y se desvanecieron
en el instante mismo en que marchaste.


No coincidieron en tiempo y espacio.
La mano del azar no unió sus manos.
La foto que no fue, refleja en vano
una luz que se filtra muy despacio


por las puertas del alma. Y aún así,
en la mirada de ellos permanece
una esmeralda que te pertenece,
antes y ahora, para siempre, aquí.









Mirarlos a los ojos es mirarte,
y burlar a la Muerte, y recobrarte.


































¨ En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨ (J.L.B.)

¨  En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨   (J.L.B.)
Silvina Grimaldi Bonin (ARG)

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