No es el asalto a tu puerta cerrada ni es el disparo de plata en tu pecho... _______________________________________ ____________________________ _______________ ____ _ . |
No es la violencia en las olas del mar
la que va haciendo más lisa la roca,
no es el embate feroz quien provoca
que lo escarpado se empiece a limar.
No es el puñal en la carne ofrecida
el que tatúa la huella en el alma
sino la suave caricia en la calma
que le sucede al volcán y a la herida.
No es el asalto a tu puerta cerrada
ni es el disparo de plata en tu pecho,
no es el abuso del nulo derecho
a conquistar tu aldea amurallada.
Es la constancia, sublime atributo,
de acariciar la insondable aspereza
con manos de agua y perfil de entereza,
día tras día, minuto a minuto;
y este tranquilo y silencioso esfuerzo
que, como lluvia lánguida y serena,
se va metiendo lento por tus venas
con este verso, amor, (con este verso… ).
Y si quisieras olvidarme, huyendo,
no sigas leyendo, no sigas leyendo…
inagotable y silencioso esfuerzo
en estos versos, amor,
(en estos versos... )