MEMORIAS DE UN BUFÓN








Y en esa estoica pose, sus teoremas, 
le van limando de a poco las yemas.























Se deshilvana el bufón y se cansa 
del trajecito lleno de colores,
de sonreír, de andar tirando flores
y levantar banderas de esperanza.



De encadenar clichés en los poemas
y de escribir ¨jajas¨ en los renglones
cuyos hilitos penden de ilusiones
que al nimio soplo de la luz, se queman.






Es que al bufón, le sacan la estructura,
y es un terrón de azúcar en el agua
o un desgarrón de metal en la fragua
buscando molde sin forma segura.




Porque el bribón, de tanto que ha llorado, 
desarrolló una armadura de risas
para ocultar el manto de cenizas
que un fuego a pecho abierto le ha dejado.




Se le han perdido el compás y las claves
y los colores van palideciendo
como si un Hado estuviera advirtiendo
que no abrirá las puertas sin las llaves.






Y en esa estoica pose, sus teoremas, 
su vana/gloria de humo en el teclado,
su pertinaz fervor por el Pasado,
le van limando de a poco las yemas.



Ya no hay pregón que salve sus esfuerzos
ni la mentira roja en su sonrisa, 
si la Verdad, en íntima requisa,
le va minando sin pausa los versos.














Y sin embargo, ¿qué sería de él
si abandonara - sin más - su papel…?

































¿ Qué sería de él ?















ALEA IACTA EST



























I

Con la misma ilusión de las gaviotas
en el vuelo ambicioso hacia el calor
le escapamos al frío y al temor
de la Muerte con nuestras alas rotas.



Dos agujas nos mienten y la arena
del reloj se desangra sin sosiego
desoyendo el espíritu del ruego
que no logra aplazar nuestra condena.




II

Con el peso del tiempo sobre el lomo,
con el fiel exigido y vacilando,
con el alma en un hilo y tropezando
con puñales y piedras… sólo somos



de un minuto sublime, propietarios,
de un infierno o de un cielo, será nuestra
la elección de ganar en la palestra
o de ser los actores secundarios.




III

En el aire lanzadas, somos flechas,
pura espuma en la ola, un flash, un sueño,
y de nada incesante somos dueños,
somos brillo fugaz, somos dos fechas.


En el margen que queda de utopía,
en la línea invisible, en la cornisa,
en el paso del fuego a la ceniza:

somos todos un poco de poesía.























( Y si acaso, unívoco y sincero, 

fuera este mi último poema... )

desafiando prejuicios y anatemas,

volvería a decirte que Te Quiero.

























¨ En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨ (J.L.B.)

¨  En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨   (J.L.B.)
Silvina Grimaldi Bonin (ARG)

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