I
Con la misma ilusión de las gaviotas
en el vuelo ambicioso hacia el calor
le escapamos al frío y al temor
de la Muerte con nuestras alas rotas.
Dos agujas nos mienten y la arena
del reloj se desangra sin sosiego
desoyendo el espíritu del ruego
que no logra aplazar nuestra condena.
II
Con el peso del tiempo sobre el lomo,
con el fiel exigido y vacilando,
con el alma en un hilo y tropezando
con puñales y piedras… sólo somos
de un minuto sublime, propietarios,
de un infierno o de un cielo, será nuestra
la elección de ganar en la palestra
o de ser los actores secundarios.
III
En el aire lanzadas, somos flechas,
pura espuma en la ola, un flash, un sueño,
y de nada incesante somos dueños,
somos brillo fugaz, somos dos fechas.
En el margen que queda de utopía,
en la línea invisible, en la cornisa,
en el paso del fuego a la ceniza:
somos todos un poco de poesía.
( Y si acaso, unívoco y sincero,
fuera este mi último poema... )
desafiando prejuicios y anatemas,
volvería a decirte que Te Quiero.