.
.
Anoche, en un resto muy humano,
(antes de convertirme en holograma)
guardé bajo los pliegues de mi cama
un sobre con tu nombre escrito a mano.
.
Adentro no hay poemas, no querían
paredes de papel que los cercaran
¡siempre me gritaron en la cara!
que aquello que se enjaula, no es poesía.
.
En fin, para esta autora es buen final,
sin gloria pero sin números rojos,
haber dejado el molde de mis ojos
en una de mis hijas (sabés cuál).
.
.
Si alguna vez la ves (lo quiera Dios)
decile que el del nombre en aquel sobre
eras vos.
.
.
ERAS VOS