LAS GUERRAS







Como se apaga el brillo de una estrella,
sin admitir clamores ni querellas. 






 




Se caen las rosas, hoy, recién nacidas.
Recién despuntan pétalos. El suelo
les da su alfombra gris con desconsuelo; 
apenas brotes, recién amanecidas. 



Como se apaga el brillo de una estrella, 
como las sombras le van ganando al cielo
bajo sentencias forjadas en el hielo, 
sin admitir clamores ni querellas. 



- ¿ Y el sol ? – Saliendo para todos. 
- ¿Y el reloj ? – Autocrático en su esfera
que nunca se detiene, que no espera, 
que clava sus agujas de igual modo

 

que blanden sus puñales los perversos 
humanos. Nuestra especie es un error, 
vergüenza, derrota del amor, 
indigno bastión del Universo. 




Es íntimo el horror, ya no hay dictados
que puedan paliar la involución.
Si hay dioses, la desesperación 
los debe atribular, han fracasado. 




- ¿ Y el Tiempo? – A paso firme,  a ultranza. 
- ¿ Y nos ? - Un tropel de espectadores…


Una flor menos entre tantas flores. 

Se caen las rosas, hoy, sin esperanza. 












Ya blanden los puñales los perversos 
humanos. Nuestra especie es un error, 
vergüenza, derrota del amor, 


¡ indigno bastión del Universo ! 
















¨ En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨ (J.L.B.)

¨  En nuestro amor hay una pena que se parece al alma.¨   (J.L.B.)
Silvina Grimaldi Bonin (ARG)

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