Como se apaga el brillo de una estrella, sin admitir clamores ni querellas.
Se caen las
rosas, hoy, recién nacidas. Recién despuntan pétalos. El suelo les da su alfombra gris con desconsuelo; apenas brotes, recién amanecidas.
Como se apaga el brillo de una estrella, como las sombras le van ganando al cielo bajo sentencias forjadas en el hielo, sin admitir clamores ni querellas.
- ¿ Y el sol ? – Saliendo para todos. - ¿Y el reloj ? – Autocrático en su esfera que nunca se detiene, que no espera, que clava sus agujas de igual modo
que blanden sus puñales los perversos humanos. Nuestra especie es un error, vergüenza, derrota del amor, indigno bastión del Universo.
Es íntimo el horror, ya no hay dictados que puedan paliar la involución. Si hay dioses, la desesperación los debe atribular, han fracasado.
- ¿ Y el Tiempo? – A paso firme, a ultranza. - ¿ Y nos ? - Un tropel de espectadores…
Una flor menos entre tantas flores.
Se caen las rosas, hoy, sin esperanza.
Ya blanden los puñales los perversos humanos. Nuestra especie es un error, vergüenza, derrota del amor,