No busques el poema. No persigas
las palabras igual que a mariposas,
y no pretendas ver crecer las rosas
allí donde esparciste sólo migas.
No
siembres en la arena, ya no sigas
inventando piruetas en el aire,
fue
suficiente cuota de desaire,
no
hay fuego enfrente, ni línea enemiga.
No esperes oro blanco en las espigas,
ni lluvias en las tardes calurosas,
ni luna sobre noches tormentosas,
tan solo porque quieras o lo digas.
No esperes oro blanco en las espigas,
ni lluvias en las tardes calurosas,
ni luna sobre noches tormentosas,
tan solo porque quieras o lo digas.
No reces un rosario, ya no hay tinta,
ni sangre generosa recorriendo
las páginas en blanco, suscribiendo
partidas con sus líricas extintas.
No
apuestes al prodigio. Una infiel
indiferencia
y vacuidad rotunda
se
ha apoderado ya de la errabunda
virtud
que supo andar en tu papel.
No
vayas contra el viento. No te pares
a
soportar el golpe de la ola,
porque
el embate es duro y estás sola
para
enfrentar el mar cuando te encare.
No
sigas cabalgando. Rocinante,
cansado, ya no puede más seguir
camino para sólo conseguir
más piedras. No encontró diamantes;
y
hasta las perlas se desvanecieron
como
burbujas. Las pobres chocaron
contra
montañas y se desangraron
en
el instante mismo en que nacieron.
No frotes esta lámpara, no hay genio
ni voluntad, ni fe, ni amor, ni esfuerzo
capaces de gestar un solo verso
que se parezca al que pensaste en sueños;
ni voluntad, ni fe, ni amor, ni esfuerzo
capaces de gestar un solo verso
que se parezca al que pensaste en sueños;
que la poesía, si quiere encontrarte,
sabrá muy bien adonde ir a buscarte.
No busques el poema
No siembres en la arena
No esperes oro blanco
No reces un rosario
No apuestes al prodigio
No vayas contra el viento
No sigas cabalgando
No frotes esta lámpara
No busques el poema
10 comentarios:
Si me lo permite, yo busco, siembro, espero, rezo, y apuesto por y para su poesía, Sil!
Es sorprendente el giro final. Parece que va contra la busqueda de las palabras, algo que hace más de alguno entre los que frecuentan tu blog. Pero termina diciendo que la poesia encuentra a su escritor.
Alejandro Dolina plantea empezar a trabajar con malas ideas, porque la octava que aparezca puede ser una buena idea. Y algo que puedo decir de tu blog, es es frecuente la presencia de buenas ideas.
(gracias)
La poesía a veces se apiada del poeta y lo deja descansar.
Besos.
Si no lo supiera la poesía, no lo sabría nadie.
A veces me parece que la poesía, las letras, el arte, son el otro saber, el que Sábato proponía como contracara del éxito de otros saberes.
Besos
Son "no" que difícilmente se cumplan.
Saludos doña Sil!
Me lo vuelvo a llevar, es genial!!
Abrazos amiga
Gracias
=)
Besos- muchos-
No sé, pero estoy casi convencida de que sí, de que es la poesía la que busca al poeta...
... te busca a ti,
a ti, precisamente
y cuando te encuentra,
te toma de la mano
y ya nunca te suelta...
(de mi poema la poesía es así)
Abrazo, Silbonita
Mi querida amiga, la poesía y tu tenéis una historia de amor interminable, mágica y...eterna..
Mi gratitud y mi abrazo siempre,POETA Y AMIGA.
M.Jesús
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