¨Detenerse es morir y el viento lo sabe¨ (F. Ossandón) |
I
Detenerse y morir
son idéntica cosa.
Ossandón lo escribía
con su letra preciosa.
Y que ¨el viento lo sabe¨,
lo sabemos. Se nota
cuando calla en las tardes
que el calor nos sofoca,
cuando duerme su nana
en lo azul de las olas,
cuando aquieta en un trazo
el perfil de las hojas.
Detenerse y morir
son idéntica cosa.
Ossandón lo escribía
con su letra preciosa.
Y que ¨el viento lo sabe¨,
lo sabemos. Se nota
cuando calla en las tardes
que el calor nos sofoca,
cuando duerme su nana
en lo azul de las olas,
cuando aquieta en un trazo
el perfil de las hojas.
II
Sin embargo yo estuve
bien anclada en tu boca
por más años que risas,
con más llanto que rosas…
Y me fui acostumbrando
al buril de la roca,
al dolor del silencio,
al correr de las horas.
Y en el dulce letargo
de este amor cuenta gotas,
yo morí por un rato
en tu edénica sombra.
Y fue vida en la muerte,
y fue aroma de rosas,
y fue un gozo abrazarte
con mis dos alas rotas.
Sin embargo yo estuve
bien anclada en tu boca
por más años que risas,
con más llanto que rosas…
Y me fui acostumbrando
al buril de la roca,
al dolor del silencio,
al correr de las horas.
Y en el dulce letargo
de este amor cuenta gotas,
yo morí por un rato
en tu edénica sombra.
Y fue vida en la muerte,
y fue aroma de rosas,
y fue un gozo abrazarte
con mis dos alas rotas.
III
Pero al fin, me alejé…
(como el mar de la costa)
con delirios de versos,
con desdén de gaviota,
dibujando en el aire
un camino de alforzas,
inventándome apuros,
sopesando derrotas.
Pero al fin, me alejé…
(como el mar de la costa)
con delirios de versos,
con desdén de gaviota,
dibujando en el aire
un camino de alforzas,
inventándome apuros,
sopesando derrotas.
IV
El que frena se vuelve
una estatua vidriosa,
un juguete sin vida,
un trasunto de rocas.
El que frena se rinde,
se deshila, se agota
como cesa la arena
de un reloj sin la hora.
El que no continúa
firma al pie su derrota,
mortifica su espada,
se resigna a la sombra.
Y se entrega sin lucha,
y se muere de a gotas
como dócil oveja
desangrada en su cota.
El que frena se vuelve
una estatua vidriosa,
un juguete sin vida,
un trasunto de rocas.
El que frena se rinde,
se deshila, se agota
como cesa la arena
de un reloj sin la hora.
El que no continúa
firma al pie su derrota,
mortifica su espada,
se resigna a la sombra.
Y se entrega sin lucha,
y se muere de a gotas
como dócil oveja
desangrada en su cota.
Detenerse y morir
son idéntica cosa.
son idéntica cosa.
Ossandón lo escribía
con su letra preciosa…
17 comentarios:
Vale, caminemos hacia el abismo que nos espera.
Besos.
No te detengas, sigue levando anclas de versos.
Beso enorme.
El viento siempre ha sido sabio, no así los hombres...
Saludos y Suerte!
J.
Dejarse llevar hasta el lugar donde la brisa mece la inspiración y los sentimientos.
Esa brisa que hace diferentte a cada día ...
Un beso.
Siempre adelante, Sil.
Con tus preciosos versos de magiarimayritmo tan especiales.
Abrazo con untequiero.
...Un poema que nos alecciona a seguir adelante sin rendirnos...De vez en cuando es bueno pararse y mirar a ambos lados del camino para saborear cada instante, porque así serán menos duras las pruebas, que nos esperan y que probarán nuestra paciencia y fortaleza, amiga.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu bella inspiración.
M.Jesús
Y si vas sin frenos por pérdida de aceite...¿Quién o qué nos para?
Poema didáctico y muy útil... y bonito.
Un abrazo.
Realmente voy sin frenos...
Pero ya voy a mejorar =D
Besos, Bardo
Cierto, frenar un poquito, M. Jesús, pero detenerse: no.
Abrazo grande.
Graciasybesos, Soco de mi alma.
O por el tornado, Juncal.
=D
Besos mil
Alto comentario, José.
=)
Abrazo
Vamo´a tratar, Marinel, vamo´a tratar.
=)
Muchos besos
Vamos, Torito.
=)
besos
Sigamos, pues, caminando... pero no nos olvidemos de parar de vez en cuando para contemplar el paisaje, porque de nada sirve siguir viviendo si no disfrutamos de lo que vamos econtrando en el camino.
Besos
Una letra de No lo soporto dice algo como cambiar es existir. Y tal vez digan algo parecido las leyes de termodinamica. Cuando se alcanza cierto equilibrio cesa toda acción, lo cual creo que no es una buena noticia.
Un detalle curioso es uno de los comentarios anteriores a este posteo, pertenece a otro demiurgo.
Detenerse, morir y le agrego resignarse. Un tridente para el olvido.
Saludos doña Sil!
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