Que te di lo que pude (que era todo)
bien sabiendo que nada habías pedido
y entendiendo que yo no había perdido
ni borrado lo escrito, con el codo.
Que mordí la Manzana a tu costado
mucho más de una vez (que ya lo sabe
el Guardián del Edén) y no le cabe
apedrearme en la Plaza del Pecado.
Que ya pago condena con el luto
de Damocles fingiendo una caricia
y que no necesito la estulticia
de un dictamen divino y absoluto.
Que he parido los ojos de mi padre
en mi hija menor: dos esmeraldas
borroneadas con miel bajo la gualda
presunción de inocencia y de desmadre.
Que el papel se amarilla con mis versos,
que el amor que te guardo no envejece,
que las horas con vos ya se parecen
a la historia total de mi universo.
Que un minuto de lluvia entre tus brazos
compensó varias décadas de sed,
que te debo el valor de andar sin red
y de haber encastrado mis pedazos.
Que las perlas que yo tiré en tu río
fueron panes y peces prodigiosos,
que logré construir sobre destrozos
un refugio perfecto para el frío.
Y que en fin, si el Infierno es quien me espera,
ya sabré procurarme algún consuelo
para ver cómo invento un propio Cielo
en la médula misma de la Hoguera.
que el papel se amarilla con mis versos
que el amor que te guardo no envejece
que las horas con
vos ya se parecen
a la historia total
de mi universo...
11 comentarios:
Leer tus versos lleva pensar que es absurdo que no haya sido apreciado lo que diste.
No creo que te espere el infierno.
En el cielo reclamarían por tu presencia.
Bellisimo !!! con una esencia tan especial y crítica.
La conciencia no resiste exámenes, es tan solo un habitante más en nuestro interior, que muchas veces suele gritar en forma desaforada, pero al final de los finales, uno logra entenderse.
Después de todo como dijo Pirandello, la conciencia "son los demás dentro nuestro."
Hermosa herencia, y eso es lo que vale ... para que los exámenes.
Un cariño más ... POETA
Juan
Si un día aparecieras por el infierno los demonios se matarían por invitarte a cenar.
Besos.
No creo que hay peor infierno que el desamor, y en todo caso,no puede haber infierno para quien ama tanto.
Besos miles.
A nadie tienes que agradecer.
Fue tuyo el sentimiento y su reacción fructificó en paralelo a tus letras, SIL.
Así lo veo.
Quisite y pudiste.
Besos, mi niña.
Sil, tus versos saltan del infierno al cielo, van subiendo escalones poco a poco...hasta llegar a la belleza armónica del universo...¿qué más podemos pedir...?
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu constante superación y belleza literaria.
M.Jesús
""que las horas con vos ya se parecen
a la historia total de mi universo"...
Cascada de bellísimos endecasílabos, para desnudar un amor que no envejece...
Maravillosa Sil. Te quiero
No hay mejor cielo que el que nos creamos nosotros mismos.
Besos
De nuevo estoy de vuelta... después de larga ausencia...
Gracias por leer.
Y por comentar - más que infinitas gracias-
El comentarista blogeril es una especie en extinción.
Lástima.
Ya nada es como entonces.
Me pegó el viejazo.
Los adoro.
Besos x 8.
=)
Creo que el comentarista blogeril sobrevive bastante bien.
Jejejejeje, a juzgar por vos y yo... sí. =D
Otro beso ;)
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